La dificultad para poder comprar una vivienda deriva a mucha gente al alquiler. El problema es que la demanda va en aumento y la oferta escasea. El mercado se está recalentando y el hecho de que el alquiler turístico gane terreno al residencial no ayuda. Intervenir el mercado para limitar los precios -como en París o Berlín- no parece la mejor opción. Entonces, ¿qué alternativas hay?

El precio de la vivienda del alquiler se incrementó un 8,8% durante el primer trimestre de 2018, según el informe de evolución de precios realizado por el portal inmobiliario Idealista. Una situación que dificulta el acceso a la vivienda en muchas ciudades, ante la incapacidad para encontrar vivienda digna a precios razonables.

Sin embargo, esta subida no ha afectado a Madrid ni a Barcelona, lo que según el estudio indica que los precios en estas ciudades habrían alcanzado su techo. «Los datos demuestran que el techo natural de los alquileres está en las posibilidades reales de los inquilinos y no en la intervención del mercado», apunta Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, en referencia a la posibilidad de establecer límites máximos a los precios del alquiler. «Ya se ha ensayado en París y Berlín con pésimos resultados», recuerda en un comunicado.

¿Cuáles son entonces las opciones para lograr que los precios de los alquileres se vuelvan «más razonables»? Encinar defiende que hay mejores maneras. Una de las propuestas que plantea el experto es incentivar a los propietarios de casas vacías para que las saquen al mercado del alquiler, garantizándoles cobertura jurídica y certidumbre legislativa. En este sentido, también es importante tener «tolerancia cero» con la ocupación.

Otra posibilidad que plantea es la potenciación de proyectos público-privados de vivienda en alquiler en suelos dotacionales públicos. Desgravaciones fiscales, ayudas para la reforma de viviendas destinadas al alquiler… son otras de las opciones que propone.

«Cualquier medida, por creativa que sea, debería ser tenida en cuenta para aumentar la oferta de vivienda, que ayudaría a crear un entorno más razonable en los precios», indica Encinar.

¿Y el alquiler turístico?

Sin duda, el auge del alquiler turístico es uno de los factores que ha contribuido enormemente a distanciar la oferta de la demanda. «El boom de este mercado está influyendo enormemente a la inflación que sufrimos ahora en el mercado residencial a largo plazo, ya que recorta todavía más la escasa oferta de pisos en alquiler que hay en el centro de la ciudad, mientras que la demanda crece día tras día», asegura Jacobo Armero, agente de RE/MAX Distrito Clásico.

Los expertos aseguran que mientras con una vivienda en alquiler un propietario puede ingresar 1.000 euros al mes, con el alquiler turístico puede alcanzar hasta 4.000 euros. Las altas rentabilidades que se obtienen en este mercado del alquiler paralelo son muy atractivas para los propietarios, pero «detraen mucho producto del mercado residencial y lo peor de todo es que este problema se está dando cada vez en más ciudades, no solo en Madrid y Barcelona», asegura Bermúdez.

En la misma línea se posiciona Fotocasa. Los datos del portal inmobiliario señalan que el 74% de los propietarios que en el último año pusieron en alquiler una vivienda turística a través de portales y plataformas de internet asegura que obtiene más ingresos con el alquiler turístico que con el residencial.

Evolución de los precios

Cuenca y Girona son las capitales en las que más ha crecido el precio del alquiler durante el último trimestre, con un incremento del 7,4% en las rentas de sus viviendas en ambas ciudades, según Idealista. También ha sido considerable el aumento registrado en Zaragoza, donde han subido un 6,9%, seguidas por Guadalajara (5,9%). En Madrid el precio ha crecido un 2,7% mientras que en Barcelona la subida se ha quedado en el 0,8%.

En el lado opuesto está Tarragona, donde los propietarios piden un 4,6% menos que hace un trimestre por arrendar sus viviendas. Le siguen los descensos de Granada (-4,5%), Pontevedra (-2,5%), Málaga (-2,2%) y León (-2,1%).

Barcelona se consolida como la capital más cara (17,6 euros/m2), seguida de Madrid (15,9 euros/m2) y San Sebastián (14,6 euros/m2). En la parte baja de la tabla encontramos a Zamora (4,5 euros/m2), Cáceres (4,6 euros/m2) y Ávila (4,7 euros/m2), las capitales más económicas.

En cuanto a las Comunidades Autónomas, todas registran precios superiores a los que tenían hace tres meses. La mayor subida se ha registrado en las Islas Baleares, donde el precio ha crecido un 12,1%. Le siguen las subidas de Cantabria (7,2%), Aragón (6,7%), Castilla y León y la Comunitat Valenciana (4,8% en ambos casos). Las menores subidas, en cambio, se observan en La Rioja (1,4%), Navarra (1,5%), Castilla La Mancha (2,3%) y Catalunya (2,4%).

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