Uno de cada tres colectores solares térmicos instalados en el país, obligatorios en la vivienda nueva para el agua caliente y la calefacción, no funciona por falta de mantenimiento o, en el peor de los casos, por una deficiente instalación. Los propietarios, en la inmensa mayoría de los casos, lo desconocen, porque estos sistemas se conectan al circuito de calefacción habitual, alimentado por una caldera, que sigue prestando servicio, de modo que no se aprecia el mal funcionamiento de los paneles solares. Carlos López Jimeno, director general de Industria de la Comunidad de Madrid, ha anunciado en un foro sectorial que el 30%de los sistemas solares térmicos del territorio no funciona por falta de mantenimiento, según recoge la publicación especializada Energías Renovables. Hace unos cinco años, Barcelona, tras una campaña de fomento de la tecnología, confesó que el 80% de los colectores de la urbe o no operaba o no lo hacía con el rendimiento exigido. La patronal sectorial, la Asociación Solar de la Industria Térmica (ASIT) considera que el porcentaje apuntado por López Jimeno es perfectamente extrapolable al resto del país. Su secretario general, Pascual Polo, indica que el problema principal radica en que instalar los paneles es obligatorio en función del Código Técnico de la Edificación (CTE), pero que los promotores inmobiliarios no obtienen ningún beneficio al colocarlos en los tejados -advierte de que hay obras que, directamente, no se ejecutan bien- y luego falla estrepitosamente su mantenimiento: procede comprobarlos al menos una vez al año. Los colectores instalados por la aplicación del CTE representan el 64% del total; el resto son instalaciones colocadas voluntariamente, que han gozado de subvenciones, y operan sin problemas. Las comunidades de vecinos son las grandes afectadas: ni siquiera saben que los sistemas solares no operan, porque los sistemas de agua caliente y calefacción del edificio siguen contando con una caldera -rarísima vez los paneles son capaces de cubrir todas las necesidades del edificio- y ésta sigue cumpliendo su función. Los colectores más pequeños, en cambio, son mucho más compactos y fiables y es muy difícil que planteen problemas.

Multas de 90.000 euros

La regulación contempla multas de 3.000 a 90.000 euros, que pueden ser solidarias y afectar a toda la comunidad de vecinos, pero no hay constancia de que se haya sancionado nunca a nadie. De hecho, denuncia Polo, las escasas inspecciones que realizan las comunidades autónomas y los ayuntamientos se limitan a revisar la documentación, sin comprobar el rendimiento de los sistemas: «Como no es peligroso, como no hay riesgo alguno, no le preocupa a nadie», aclara. ASIT lleva años reclamando a las autoridades un Plan de Control del CTE para la energía solar térmica, sin éxito alguno. Ahora parece que hay más interés y se empieza a hablar de planes renove para este tipo de instalaciones.

Ahorro volatilizado

Los sistemas solares térmicos vienen a costar de 1.000 a 1.500 euros por vivienda y permiten un ahorro de 100 a 150 euros anuales, dependiendo del clima de la zona donde se instalen. Así, en la soleada España se amortizan en unos ocho años y tienen una esperanza de vida de 20 a 25 años, pero siempre que se mantengan correctamente. «Estamos encareciendo la vivienda un 0,5% con los sistemas solares con la intención de ahorrar y luego resulta que es mentira en muchos casos», sentencia Polo. Fuente: eleconomista.es Autor: Tomás Díaz

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