El regulador cree que el auge de pisos turísticos también motivó la compra de viviendas ante la imposibilidad de acceder a un arrendamiento.

¿El despegue de los pisos turísticos sube los alquileres tradicionales? El debate está en la calle, en los bares y hasta entre instituciones. La CNMVdice ahora en su boletín trimestral que la presencia de este tipo de viviendas sí que aumenta los precios del alquiler. Justo al contrario de lo que decía hace apenas unos dos meses la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Ambas instituciones se llevan la contraria en un tema en el que el Ejecutivo ya está actuando.

«En determinados núcleos urbanos, el uso vacacional de las viviendas alquiladas también ha repercutido significativamente en el alza de los precios de los alquileres«, señala la CNMV en el documento. En cambio, en el mes de agosto, la CNMC decía que «no existe evidencia concluyente» sobre un aumento del precio de la vivienda en relación a la proliferación de propiedades de uso turístico.

La CNMV se pone así del lado de asociaciones de vecinos y varios ayuntamientos que -incluso poniendo sobre la mesa medidas restrictivas- achacaban al aumento de este tipo de inmuebles turísticos el imparable crecimiento del precio de las viviendas, sobre todo en el caso de las operaciones de alquiler.

Pero no solo eso, el regulador también señala en su informe que este hecho «ha favorecido en última instancia la compra». Es decir, para el regulador bursátil las familias se vieron abocadas a la compra debido al elevado precio del alquiler como consecuencia de la proliferación de viviendas turísticas. «Ante un gasto mensual semejante los hogares han mostrado una clara preferencia clara por la compra», señala el boletín.

Además, la postura ahora manifestada por la CNMV coincide con las últimas medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para limitar la expansión de pisos al estilo de ‘Airbnb‘ en el centro de las grandes ciudades.

En este sentido, el Gobierno anunció su intención de modificar la Ley de Propiedad Horizontal para abordar el auge de viviendas de uso turístico, «uno de los principales retos al que se enfrenta el turismo«, según señaló la secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver, dándole más poder a los vecinos. Teniendo en cuenta esta modificación, se reduciría de la unanimidad a los tres quintos de los votos y el coeficiente la mayoría necesaria para prohibir o limitar la presencia de viviendas de uso turístico en las comunidades de vecinos.

Del mismo modo, la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Viviendas de Uso Turístico que se llevó a cabo a finales del mes de septiembre tuvo como objeto llegar a un consenso de mínimos sobre la definición de este tipo de alojamientos, tal y como señalaron fuentes del ministerio. De este modo, se tomaron en cuenta todas las sensibilidades -comunidades autónomas, Federación de Municipios y Provincias, asociaciones de vecinos, hoteleros y varias plataformas como Airbnb y Homeaway- para posteriormente dar a las autonomías la posibilidad de adoptarlas.

Por el contrario, la CNMC no está para nada de acuerdo con el planteamiento que hacen tanto ayuntamientos como ahora la CNMV. De hecho, en su informe sobre este fenómeno, solo señalaba dos posibles efectos negativos el auge de este tipo de viviendas: por un lado, «congestión, ruidos o consumo de recursos medioambientales», que no son exclusivas de las viviendas turísticas y, por otro, las molestias sobre los habitantes de los inmuebles.

Además, veía positivo el aumento de su número por «favorece la accesibilidad para algunos usuarios que, de otra forma, no viajarían por no poder costearse un alojamiento de mayor precio» y eliminar las barreras de entrada para los particulares en el negocio turístico.

Fuente: lainformacion.com

Autor: LUCÍA GÓMEZ

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