Los impagos de las entidades financieras representan un 20 % de esa cantidad

Casi 1.666 millones de euros. Esa cantidad, similar a lo que se gastará de más este año el Gobierno para subir las pensiones conforme al IPC y no al rácano 0,25 % que se venía aplicando desde hace cinco años, es la deuda que soportan las comunidades de propietarios en España. Una losa que ha ido adelgazando desde el 2014, cuando la morosidad marcó máximos al superar los 1.850 millones de euros, pero que sigue siendo un problema de primer nivel.

De hecho, según los datos del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (actualizados al cierre del 2016), en cuatro de cada diez comunidades hay todavía algún vecino moroso. Y lo peor, recuerdan, es que no siempre es por falta de medios para estar al día en los pagos.

Ya en el pico de la crisis, cuando el desempleo y los retrasos en los cobros de los salarios apretaban más que ahora, solo el 51 % de la deuda con las comunidades provenía de propietarios que no pagaban porque no tenían recursos para hacerlo. La otra mitad correspondía a morosos profesionales, a sociedades inmobiliarias y a entidades financieras.

Eso explica que, pese a la mejora de los ingresos familiares y la intensa reducción del desempleo en los últimos años, la deuda con las comunidades de propietarios no se haya reducido al mismo ritmo. En concreto, en el 2016, último ejercicio del que hay datos, la rebaja media fue del 8 % en el conjunto de España, idéntico porcentaje al registrado en Galicia, donde la cantidad total pendiente de pago ronda los 72 millones de euros. A Coruña y Pontevedra, con más de 31 y 22 millones de euros, son las provincias donde el problema de los impagos es mayor. En Lugo y Ourense no solo la cantidad global de la deuda es inferior, sino que también lo es la ratio de endeudamiento medio por vecino (que va de los casi 48 euros en A Coruña a los 35 de Ourense, frente a los 66 del promedio estatal).

De los importes reclamados por las comunidades de vecinos gallegas, el 20 % corresponden a impagos de las entidades financieras, que aún adeudan 14,5 millones de euros. Y es que bancos y cajas, que fueron muy rápidos a la hora de ejecutar hipotecas y embargar viviendas, no fueron tan diligentes a la hora de cumplir sus obligaciones como propietarios de esos pisos.

Aunque hay casos en los que la falta de voluntad de atender los pagos es evidente y no se soluciona hasta que intervienen los tribunales, en otros, explican los expertos, el problema viene por la mala gestión de su cartera inmobiliaria, que hace que la deuda se vaya acumulando hasta que encuentran comprador para la vivienda y, entonces sí, se ponen al día para entregarla sin cargas. Eso explicaría que el endeudamiento de las entidades financieras se reduzca a un ritmo superior a la media, un 12,5 % en el último ejercicio analizado.

Como recuerdan los administradores de fincas, el verdadero problema es que la elevada morosidad que aún soportan las comunidades está suponiendo un freno para que se realicen obras de rehabilitación y accesibilidad en los edificios, a las que obliga la ley y que además de mejorar las condiciones de vida de los vecinos permitirían un importante ahorro energético en los inmuebles, por lo que el golpe financiero para las comunidades es doble. Pero con esta cifra de deuda, los administradores ven «realmente difícil» poder rehabilitar un parque de más de 25 millones de viviendas, de las que la mitad tienen más de 30 años, y una quinta parte, más de 50.

¿Qué hacer en caso de impago?

Si en su edificio hay algún vecino moroso, los administradores de fincas han elaborado un decálogo aconsejando cómo actuar. Lo primero es calcular bien las cuotas adeudadas e intentar llegar a un acuerdo amistoso. Si este es imposible, habrá que iniciar la reclamación judicial.

Los administradores de fincas advierten que las deudas están frenando obras de rehabilitación en los inmuebles

Fuente: lavozdegalicia.es
Fuente imagen: lavozdegalicia.es
Autor: G. LEMOS 

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