El juzgado de Primera Instancia número 4 de Gandía ha condenado a un hombre a no poder hacer uso de su vivienda durante un periodo de tres años por haberla alquilado repetidamente para organizar fiestas y tras las denuncias de sus vecinos por las molestias que generaba. La comunidad de vecinos de su edificio, situado en la playa de Gandía denunció al propietario del apartamento por las fiestas que se organizaban en su inmueble desde el año 2009. «El resto de comuneros viene sufriendo graves y reiteradas molestias ocasionadas por la indicada actividad de arriendo, traducida en breves periodos de tiempo a favor de grandes grupos de personas, para la celebración de despedidas de soltero y fiestas de diversa índole», relata la sentencia. Los vecinos denunciaron los «fuertes ruidos», así como el uso inadecuado de las instalaciones comunes y tuvieron que solicitar en numerosas ocasiones la presencia policial. La Policía de Gandía admitió que el apartamento estaba catalogado como «piso patera» por el número de personas que se incluían en los alquileres y destacó las molestias que causaban por el elevado volumen de la música, que» se traían sus propios aparatos y equipos de música con altavoces muy potentes, hechos que se reproducían en horas intempestivas». El acusado, por su parte, se negó a comparecer ni personarse, «habiéndose declarado en situación procesal de rebeldía«. El juez entiende que el vecino «ha alterado la paz y el bienestar» del resto de comuneros, causándoles constantes molestias por lo que le prohíbe seguir alquilando su piso para fiestas y, por «el caso omiso que ha hecho a los requerimientos de sus convecinos», se merece además la sanción máxima de privación del uso del inmueble en cuestión por el plazo de tres años.   FUENTE: EL MUNDO

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