Crecen las denuncias por acoso vecinal en Madrid

Apenas lleva dos años diagnosticado, pero sus efectos ya se dejan notar. El Colegio de Administraciones de Fincas de Madrid (CAFMadrid) ha alertado este fin de semana, coincidiendo con el Día Mundial del buen vecino, de la “creciente preocupación” de los madrileños por el conocido como ‘blocking’, el acoso vecinal o entre los miembros de una comunidad de propietarios. Según ha señalado el Colegio, si hace escasamente dos años los problemas principales señalados por los vecinos eran la conservación y mantenimiento del edificio, las crecientes derramas, la morosidad o los vecinos molestos, en los últimos meses se cuela el ‘blocking’ entre los temas que más afectan a los madrileños cuando viven en una comunidad de propietarios.

Ahí entra en juego el ejercicio de la violencia física y psicológica en el hogar al hacer “pagar” los problemas personales o laborales que puedan tener, mostrando una gran agresividad en el hogar, y, de la misma manera, haciendo lo mismo con sus vecinos y con los cargos directivos de la comunidad, con quejas continuas. La intención final del acosador es de provocar que el acosado abandone la propiedad.

“Dada la creciente preocupación que nos trasladan administradores de fincas y presidentes, desde CAFMadrid llevamos trabajando durante meses para dar respuestas de todo tipo, incluida las jurídicas, a los colegiados y vecinos afectados o preocupados por este creciente fenómeno de acoso”, ha explicado la presidenta del Colegio, Manuela Julia Martínez. El acoso vecinal se traduce de manera mayoritaria en la actuación insistente y reiterada por parte de uno o varios vecinos que, con sus agresiones, alteran gravemente el desarrollo de la vida cotidiana de la víctima, sometiéndola a persecuciones o vigilancia constantes y generándole sentimientos de inseguridad.

Este tipo de acoso está sancionado con penas de prisión de tres meses a dos años y fuertes multas

Es el caso que vivió Verónica González, que siendo presidenta de la comunidad de vecinos en un bloque de la calle General Ricardos, en Carabanchel, estuvo medio año sufriendo este tipo de prácticas por parte de una vecina, “cansada de no recibir la atención que ella creía pertinente”, ha explicado a Europa Press. Sufrió pintadas en la puerta -un día apareció la letra ‘a’ de anarquía porque la supuesta vecina se quejaba de que con su presidencia en la comunidad no había reglas-, le dejaba mensajes en el buzón para criticar su gestión y recibía continúas llamadas a altas horas de la madrugada. Sin embargo, nunca llegó a denunciarlo. Como han explicado desde CAFMadrid, la conducta del acosador vecinal sigue un patrón patológico. Se trata de un individuo que suele buscar la solución a sus propios males desahogando su ira y violencia contra sus víctimas. El acoso vecinal está incluido en el artículo 172 del Código Penal que contempla de forma genérica el delito de acoso. A juicio del CAFMadrid, los vecinos pueden utilizar esta vía del artículo 172 si se sienten acosados por un vecino de forma persistente e insistente y perturbados, de manera grave, en su vida diaria. Según Vicente Magro, magistrado de la Audiencia de Madrid, aún no existe un número significativo de sentencias sobre el ‘blocking’ dado que se trata de un tipo penal nuevo que entró en vigor el 1 de julio de 2015. Pero, tras esta modificación del Código Penal, “las denuncias no hacen sino incrementarse”. Este tipo de acoso está sancionado con penas de prisión de tres meses a dos años y fuertes multas.

Tal y como reconocen los psicólogos, el perfil del acosador es el de un psicópata socializado carente de empatía y con grandes dosis de narcisismo

Fuente: lavanguardia.com

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