Hacienda ultima el concurso para encargar la revisión del Impuesto de Actividades y el de Construcciones que logre aumentar la recaudación

A la búsqueda de las obras ocultas. Así podría denominarse la propuesta que maneja el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, de que el Ayuntamiento realice una inspección o la encargue a una empresa de todos los inmuebles de la ciudad. El propósito es encontrar discrepancias con lo que aparece en el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Es uno de los mecanismos del Consistorio para mejorar la recaudación en los próximos años. Vilar comentó que se utilizarán todos los medios posibles para mejorar el cobro salvo la revisión catastral, algo que el Ayuntamiento evita desde hace años, prefiriendo varias actualizaciones del tramo del recibo que se lleva el Gobierno.

La inspección podrá ser realizada por técnicos municipales o a través de una empresa especializada. Es el mismo caso que el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) o el Impuesto de Construcciones (ICIO), donde también se piensan en fórmulas para mejorar el cobro.

Vilar precisó que en estos dos casos sí que hay una decisión tomada y el Consistorio sacará a concurso las  inspecciones. Como adelantó LAS PROVINCIAS, se trata de un sistema basado en el cobro de un porcentaje por parte de la empresa adjudicataria, respecto a los incrementos que consiga para las arcas municipales.

«En algunas ciudades alcanzan el 12%, aunque no será nuestro caso. Ya se está ultimando el pliego de condiciones y lo sacaremos en breve a concurso público», indicó el delegado de Hacienda. El alcalde Joan Ribó mencionó ayer en una conferencia en Madrid que la revisión, en el caso del IAE, no se ha hecho desde hace doce años, lo que interpretó como un signo del anterior gobierno municipal en aumentar la recaudación y hacer una gestión adecuada. El Consistorio ha aprobado para este año la bonificación en el Impuesto de Bienes Inmuebles a las propiedades que tengan el certificado de eficiencia energética, aunque considera que se pueden mejorar los índices de cobro al desvelarse las obras ocultas. Esto se hace con frecuencia en las urbanizaciones de chalés, incluso utilizando imágenes áereas, una de las técnicas habituales del Ministerio de Hacienda.

Vilar añadió que las inspecciones en el Impuesto de Actividades Económicas se harán cruzando los datos con la Agencia Tributaria. Las empresas que facturan menos de un millón de euros están exentas de este recibo desde mediados de los años 90, gracias a una compensación anual del Gobierno.

En el caso del Impuesto de Construcciones será algo parecido, es decir, un cruce de datos con los presupuestos de obras que presentan empresas y particulares. La actividad ha bajado en cuando a obra de nueva planta, frenando en seco numerosas promociones inmobiliarias por la crisis, aunque sí que hay más en el sector de la rehabilitación.

No en vano, la creación de empleo ha estado protagonizada los últimos meses por la construcción, como mostró recientemente el concejal de Empleo, el socialista Joan Calabuig. La revisión de estas obras en comparación con el impuesto que declaran se vuelve necesario. El pasado año, la recaudación del IBI alcanzó en el periodo voluntario el 86,74%, con una matrícula de 202 millones de euros.

Fuente: lasprovincias.es
Autor: P. Moreno

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