La recuperación económica, que tan esperanzadores registros presenta desde que se iniciara el presente año e incluso en el anterior, no ha llegado ni de lejos a decenas de miles de familias jienenses. No, desde luego, si atendemos a los resultados del último informe del Observatorio de las Comunidades de Propietarios que pone negro sobre blanco las dificultades que tiene un buen número de dueños de pisos para hacer frente al pago del recibo mensual de su comunidad de propietarios. Una situación que no es nueva, pero que se agravó de forma considerable en 2014, ejercicio en el que la morosidad de este colectivo volvió a repuntar sobre el anterior y acumula ya cuatro años consecutivos que han coincidido con la etapa más dura de la crisis económica que ha padecido este país.

El denso informe, que lleva por título ‘Cuarto Estudio Global sobre la Morosidad de Comunidades de Propietarios de España’, fue hecho público en fechas recientes por encargo del Consejo General de Administradores de Fincas de España. En el mismo, Jaén no sale muy bien parada, aunque es preciso puntualizar que hay bastantes provincias en Andalucía y en el conjunto de España que registran una evolución peor. A tenor de los datos estadísticos contenidos en este trabajo, en lo que respecta a Jaén la deuda que acumulan los propietarios de pisos –sean quienes sean– con las comunidades del inmueble en el que se ubican ascendía al término del pasado año a un total de 24,7 millones de euros frente a los 4 de 2013.

En términos relativos, Jaén fue la cuarta provincia andaluza, tras Sevilla, Cádiz y Granada, en la que creció más esta deuda al computar un repunte superior al 2,9% con respecto al año precedente. Por encima de la media regional, que se situó en el 2,8%, y de la nacional, que alcanzó el 3,15%.

Pese a ello, el hecho de que la deuda de los propietarios de pisos se incrementara el pasado año en el porcentaje mencionado supone un leve respiro si se contrasta este dato con el de 2013, en el que aumentó en nada menos que un 9,1%. Debido a ello y a los datos del primer trimestre del presente año, los autores del informe señalan que la tendencia es a la estabilización del monto deudor, aunque de nada serviría si el mismo no empieza a reducirse.

Las comunidades de vecinos se ven abocadas en muchos casos a actuar judicialmente contra los vecinos que no pagan los recibos por la sencilla razón de que si dejan que la deuda de los mismos crezca se arriesgan a no poder cobrarla nunca. También tienen otra herramienta a su disposición, como es negociar con ellos un pago aplazado a través de agentes de la propiedad inmobiliaria, en el convencimiento de que mejor es cobrar tarde que no hacerlo nunca.

Perfil

¿Quienes son los que no pagan los recibos de su comunidad? Pese a lo que pudiese parecer, la deuda no es imputable tan solo a familias o particulares que son dueños de los pisos. También afecta muy especialmente a entidades financieras, sociedades inmobiliarias y entidades públicas de gestión, que igualmente son propietarias de pisos y que tampoco hacen frente a ese abono mensual que les exigen las comunidades para funcionar. Dos grandes grupos, por tanto, que nada tienen que ver entre sí a los que tan solo une su condición de deudores.

Al ahondar un poco más en la tipología del moroso, el informe subraya también el hecho de que el perfil mayoritario es el del deudor accidental. Esto es, quienes no abonan las cuotas de su vivienda por problemas económicos. Muchos de ellos se encuentran en situación de paro, sin expectativas de encontrar trabajo y algunos, incluso, con las prestaciones públicas ya agotadas. Este colectivo, por primera vez, supera el cincuenta por ciento del global en la historia de los informes publicados por el Observatorio de las Comunidades de Propietarios.

Al moroso accidental le siguen en el ranking con similar participación, los morosos intencionales y las citadas entidades financieras. Los primeros ocupan un veinticinco por ciento y han bajado nada menos que 10 puntos sobre el año anterior. Se trata de personas que pueden pagar las cuotas, pero no lo hacen por distintas razones que en modo alguno justifican su decisión.

Por lo que respecta a las entidades financieras –bancos–, sociedades inmobiliarias y entidades públicas de gestión de viviendas, el informe hace especial mención sobre las responsabilidades contraídas por las mismas y el aumento de morosidad que han asumido. Bien es verdad que en el caso de la provincia de Jaén, les es atribuible un montante de 6 millones de euros, que distan mucho de los 18,7 que tienen a su cargo familias y particulares.

Consecuencias

Ante la difícil tesitura por la que atraviesan las comunidades de vecinos para financiar su presupuesto anual, sus responsables han adoptado diferentes medidas para paliar la escasez de recursos. El citado informe ratifica un año más que la mayor parte de las mismas ha mantenido el presupuesto de gastos, por lo que no han tenido más remedio que subir las cuotas comunitarias para afrontar el agujero que dejan los vecinos morosos. Aunque los incrementos han sido pequeños.

Otras han optado por eliminar algunos de los servicios que no se consideran esenciales, como limpieza externa de zonas comunes. Incluso se ha echado mano a la reducción de horas de calefacción para así conseguir un importante ahorro.

 

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FUENTE: IDEAL

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