Desde ayer y hasta este viernes se celebra en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) uno de los eventos que ponen en valor la rehabilitación y el ahorro de la energía en el sector inmobiliario, el foro FORAE, en el que colabora el Colegio Profesional de Administradores de Fincas (CAFMadrid).

Aunque organizada en su mayor parte por y para profesionales, este encuentro recogió ayer la visión del usuario, del vecino, que no olvidemos que es de entre todos los agentes el más importante para dar el necesario impulso a la rehabilitación.
Recuerdo vagamente la campaña de comunicación que hace meses lanzó el Ministerio de Fomento en el que el actor Antonio Resines, una cara conocida por todos los públicos, contaba los beneficios de acogerse a las ayudas a la rehabilitación energética. Cada vez que veía su rostro en las marquesinas, pensaba en el verdadero alcance que tendría la campaña. Siento decir que para mí no era creíble. Sí lo ha sido en cambio la participación de dos vecinos, cada uno con sus experiencias, en la mesa redonda organizada por el FORAE.

 

Luis Vara (a la izda. de la imagen), presidente de la Asociación de Vecinos Ciudad de los Ángeles (Villaverde), un barrio madrileño en donde la media de edad de sus edificios sobrepasa los 50 años y que ha sido en los últimos años referente de rehabilitación en España, y David Arias, vecino de la comunidad de la Avenida Manzanares, 2, edificio seleccionado para el concurso Madrid Renove Río, promovido por el Coam en 2013, representaban la cara y la cruz de la rehabilitación en la mesa. Aunque ahora mismo no sabría decir quién es la cara y quién es la cruz en el alto coste que siempre supone rehabilitar.
Corría 2011 cuando en una ocasión me comentó Vara que tal fue el éxito de participación que las ayudas se habrían prorrogado hasta 2015, pretendiéndose actuar en 5.800 viviendas de Ciudad de los Ángeles. Sin embargo, su gesto se torció ayer cuando recordaba a los asistentes que el principal objetivo del proyecto, dotar de ascensores los edificios, no se había cumplido. Las ayudas a la que se comprometieron las Administraciones todavía no han llegado a las comunidades de propietarios, que confiadas se aventuraron a pedir préstamos para la instalación del ascensor.

“Tenemos que ser capaces de decir a las Administraciones que cumplan sus compromisos porque la rehabilitación es el futuro”, manifestó Vara. Y ahí mostró su mejor cara, sigue confiando en la restauración de viviendas porque, como aseguró, los vecinos que han visto arregladas sus viviendas han ganado en confort y salud.

Con David Arias también tuve el placer de hablar hace ahora casi un año, cuando las posibilidades de rehabilitar el edificio en que vive, seleccionado por el Concurso Madrid Renove Río, se esfumaban por los altos costes del proyecto. En ese momento, recuerdo, sentí rabia por como una iniciativa de tal envergadura, que pretendía ser un piloto replicable para las cerca de 30.000 viviendas que necesitan ser rehabilitadas en Madrid Río, se iba al traste.

Con el tiempo, y ahí también está la cara de esta historia, los residentes de este edificio han positivizado aquella experiencia. “Pese a que no hemos hecho toda la obra hemos conseguido sinergias entre los vecinos, plantamos la semilla para despertar inquietudes”, aseguraba Arias ayer. No me cabe la menor duda. Prueba de ello es que se han puesto de acuerdo en mejorar la accesibilidad del edificio y poner repartidores de costes de calefacción en las viviendas y detectores de presencia en las zonas comunes. Y lo que es más importante, los vecinos han entendido que su hogar es el edificio y no sólo su piso. Porque rehabilitar merece la pena.

 

FUENTE: PISOS.COM

 

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