El ayuntamiento de Valencia, a principios del mes de diciembre de 2014, arrancó la era de la delimitación de los espacios públicos destinados a terrazas de bares y restaurantes. Los hosteleros, acompañados de un técnico municipal y de un agente de la Policía Local, aplicaban la pintura específica para marcar el espacio que tienen concedido por licencia para ocupar con mesas y sillas la vía pública. Una medida aplaudida pero que, casi cuatro meses después, ha dejado de aplicarse en numerosos barrios de la ciudad. Por ejemplo en Ruzafa. En una de las zonas con más terrazas por metro cuadrado de la ciudad, siguen sin saber nada de la ejecución de la ordenanza desde que fueran informados sobre la situación a finales del año pasado. Se da la circunstancia que, precisamente, en Ruzafa, la asociación de hosteleros puso de acuerdo a sus asociados para compartir gastos y comprar los botes especiales de pintura a medias y también para sufragar lo que costaría la contratación de un pintor. La complejidad de hacer coincidir a los actores implicados, hosteleros, técnicos y policías, y la falta de personal disponible para la operación parece ser la causa de la paralización temporal de la medida. Una acción en el cada local que procede a cada restaurante o bar el ayuntamiento toma como referencia que cada local tiene derecho a ocupar 1.75 metros cuadrados de terraza por cada persona del aforo de dicho establecimiento. Y en el que no puede sobrepasar el ancho de la fachada, a no ser que cuente con la autorización de los dos locales colindantes.   FUENTE: LAS PROVINCIAS

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