«Esto es desconcertante. Y además asusta. Ha habido algún que otro problema vecinal en la finca, pero nadie esperaba algo así». La afirmación de una residente de la calle Ramón Asensio de Valencia resume el sentir de su comunidad de vecinos. Un incendio intencionado con dos focos en sendos pisos de la escalera acabó con tres personas heridas, dos de ellas al inhalar humo y otra más con quemaduras en una mano. La Policía Nacional ha abierto una investigación para aclarar la autoría del siniestro.

El fuego se declaró sobre las 23 horas del domingo, en el número 7 de la citada vía. Se trata de un edificio de siete pisos con 21 puertas situado a muy pocos metros del cuartel de la Guardia Civil de Benimaclet, cerca de la zona universitaria de Valencia. En el momento del siniestro, muchos propietarios estaban fuera por vacaciones, al igual que varios estudiantes que viven alquilados en la finca.

La persona que causó los fuegos actuó a conciencia. Se desconoce cuál fue su ruta exacta, pero sí se sabe que empleó algún líquido acelerante de la combustión. En el segundo piso, prendió fuego a un macetero de algo más de un metro de anchura lleno de plantas de plástico que desataron una densa humareda al arder. En el séptimo y último piso otra acción incendiaria envolvió en llamas dos felpudos y otra maceta. Ambas alfombrillas estaban junto a la puerta 20 y 21.

Así recuerda lo ocurrido Nuria Blanes, vecina de la puerta 20 que sufrió quemaduras en su mano derecha al intentar de sofocar a golpes el fuego en uno de los felpudos: «Estaba ya acostada y mi hija, con pijama. Ella me avisó del olor a quemado. Cuando salimos al rellano nos encontramos con los felpudos y la planta en llamas». Su hija Sonia, de 23 años, se intoxicó con el humo al bajar a la calle. Lo mismo le sucedió a un niño de 9 años con problemas de asma que vive en el cuarto piso. Ambos fueron atendidos en ambulancias y evacuados al Hospital Clínico, muy próximo a la finca.

«Quien haya provocado esto quiere hacernos daño», valoraba la mujer sin apuntar a ningún vecino ni conocido. «Ahora tengo mucho miedo. Si esto ocurre de madrugada mientras dormimos y el humo se cuela en casa por debajo de la puerta, nos podemos morir intoxicados».

El dueño del amplio macetero quemado junto a su puerta en el segundo piso tampoco hizo alusión a enfrentamientos o amenazas por parte de ningún residente. Otros vecinos consultados se refirieron a «numerosas intervenciones policiales por disputas» en una casa del séptimo piso o a los «impagos a la comunidad por parte de otra vecina», pero sin relacionar los hechos con los incendios intencionados. «No podemos hacerlo porque nadie vio a la persona que causó los fuegos».

 

FUENTE: LAS PROVINCIAS

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